miércoles, 3 de marzo de 2010

en el viaje...

Ahora sí, ya vamos sufriendo los por menores de un viaje a un país empobrecido. Empezamos a ausentarnos de las diferentes ponencias uno a uno muy discretamente, en silencio, pero sobresalta una sonrisa en cada una de nuestras caras. No es de burla, sino de comprensión, pues todos comenzamos a sufrir los malestares típicos. Esto hace que a cada lugar que vamos lo primero que nos fijamos sea en dónde están situados los baños, por posibles urgencias.

Fuera de guasas, llevamos dos días en el Centro de Formación y Capacitación de Ticuantepe. Es tiempo de reflexionar sobre todo lo vivido en días anteriores, de adquirir unos conocimientos básicos de la historia, la política, la juventud, la educación... pero de una forma realmente asombrosa. Mediante una visita a la Asamblea Nacional, con contacto directo con personajes históricos como Edén Pastora en el mismo Palacio Nacional. En este lugar emblemático que fue tomado hace 32 años por el Frente Sandinista de Liberación Nacional para la liberación de los revolucionarios encarcelados por la dictadura Somocista que sometió al país más de 40 años. Mucha información necesaria para la comprensión de la situación actual por la que pasa Nicaragua.

Os invito a un viaje, quiero que os montéis en nuestro mini-bus, pequeñito, de 25 plazas, de las cuales las 7 últimas están completamente llenas de todas nuestras pertenencias. Podemos encontrar mochilas, sacos de dormir, esterillas, ordenadores, una nevera llena de hielo, agua, unas cervecitas, multitud de regalos que hemos ido comprando. Por la luna trasera no es posible ver el camino que dejamos atrás. Aquí estamos todos, todos vosotros, compartiendo conversaciones y vivencias. Vemos cómo pasan por la ventana mil y una diapositivas de la vida en Nicaragua. La circulación es intensa y desorganizada, en el semáforo donde estamos parados nos ofrecen de todo: gafas de sol, agua, papaya, jocotes... hasta cometas. Podemos ver a un grupo de chavalos esperando para lavar cualquier vehículo en los 5 minutos que tarda el semáforo en ponerse en verde. Un anciano con un machete cortando leña para vender. un campamento a base de tiendas de plásticos reivindicando una compensación a EEUU por las vidas de personas muertas a causa de un plaguicida llamado Lemagón. Pasan varios minutos y seguimos intentando salir de la caótica Managua, ahora se ve un puesto en una esquina, hay una mujer embarazada vendiendo melones (que son de color naranja), guayaba, sandía, mandarinas... cada cosa colocada en un cesto de mimbre. Cada farola, cada semáforo, cada pared está impregnada de color rojo y negro simbolizando “la lucha del pueblo”. De fondo suena una emisora de radio en la que podemos escuchar una ranchera con contenido histórico nicaragüense. En la acera de enfrente vemos pasar a un grupo de niños con un adulto que van al colegio. La circulación y los semáforos se van transformando poco a poco en casas, en árboles.

Así, vamos dejando atrás la ciudad y nos adentramos a la Nicaragua profunda, en unos pocos kilómetros salimos de la carretera panamericana para coger un camino. Podemos ver un paisaje seco (estamos en época seca), dejamos de ver coches, motos, bicicletas y demás vehículos de tránsito y comenzamos a ver campo, en su gran parte desierto. A los pocos minutos vemos una parcela de surcos rectos como velas sembradas de tabaco, donde está multitud de mujeres y algún que otro niño recogiendo hoja por hoja y planta por planta. Nos cruzamos con un carro con ruedas de madera tirada por dos bueyes, también con un grupo de chavalos montados a caballo, de repente el mini-bus para hasta que un pastor retira sus 15 vacas del camino. Hay animales por todas partes, gallinas, muchas gallinas con sus pollitos detrás que se cruzan a cada instante. Antes de darnos cuenta la noche se nos ha echado encima, sólo se percibe la oscuridad. Lo único que podemos ver ahora es lo que alumbran las luces del vehículo. En este pequeño espacio de la inmensidad de la noche hay mucha vida, ganado, gente andando de una casa a otra. De vez en cuando nos sobresaltamos por el traqueteo y los zarandeos. Porque sí, vamos por un camino que bien podía ser de cabras. Es una zona montañosa y notamos los desniveles. De repente, en un instante fugaz, pasa una bombilla encendida que alumbra una “casa” en la que hay una mujer tumbada en una hamaca con varios niños a su alrededor. Llevamos casi 2 horas en ese mini-bus y llegamos a nuestro destino, a tan sólo 30 km, es el hostalito o albergue que os conté el otro día. Para cenar como no podía ser de otra forma, Gallopinto.

Muchas cosas, muchos detalles, muchas vidas de mucha gente que se quedan atrás con el paso de nuestro coche, esto es una parte de lo que podemos ver de esta nuestra maravillosa Nicaragua.





lunes, 1 de marzo de 2010

Primeras impresiones


¿Cómo definir todos estos días en Nicaragua? sabiendo que con decir: "sin palabras" no es suficiente para vosotros, intentaré daros una visión (la mía) de lo que es y lo que provoca esta Nicaragua.

Desde la llegada al centro de Ticuantepe, con la excepcional bienvenida a base de una degustación de comida típica y música Nica, que hizo que mucho de nosotros se emocionara. Pasando por la visita al volcán Mombacho con la vista de Managua y su gran lago, los ranchones, la subida al cañón de Somoto por el río o la espectaculares vistas y gran momento en Jalacate.

Si todos y cada una de estos ingredientes lo introducimos en un bol, lo movemos bien y en este justo momento lo mezclamos con una buena dosis de esencias como pueden ser: sensibilidad, solidaridad, buen hacer, sacrificio, compromiso, superación, amabilidad y alegría de todas las gentes de Nicaragua, os puedo asegurar que es una bomba explosiva de emociones y sensaciones que puede hacer que hasta las persona más fuerte se derrumbe con un solo sorbo de este cóctel.

Existen muchos momentos que se quedan en la memoria de nuestras retinas -y posiblemente de alguno de vosotros cuando llegue a España-, pero os quiero hacer partícipe del que hasta ahora ha sido el momento más importante para mi.

Esto ha sido gracias a una persona llamada Gilber. Se trata de un hombre de 32 años vecino de la comunidad de Venecia (norte de Nicaragua). Con sus pocos años y una sonrisa siempre presente en su rostro me hizo comprender que se puede vivir tranquilo, con una vida sencilla cargada de trabajo duro, de vivencias y experiencias e historias pasadas que no afectan a un presente feliz y a futuro que él considera alentador.



Así dicho puede ser la historia de cualquier persona, de todos y cada uno de vosotros, e incluso la mía. Pero esto lo tienes que encuadrar en una situación de pobreza, en una casa sin camas ni agua corriente, con una herida de 7 cm infectada en su mano a causa de un infortunio de su destino -la cual ni ha sido, ni será posiblemente curada-, huérfano desde los 6 años y con un hermano asesinado en una revuelta... podría seguir contando aspectos negativos o duros, pero para mi lo más importante es el modo de enfrentar la vida, su cara de felicidad, la sencillez y la honestidad con la que te contaba. Pero por encima de todo, la felicidad que transmitía, porque como muy bien me dijeron; "no es más feliz el que más tiene, sino el que menos necesita".

jueves, 18 de febrero de 2010

Buenos amigos y amigas!

Ahora sí que empieza me aventura, aquí estoy con la maleta preparada en la entrada de casa y con los nervios a flor de piel. Ando contando los minutos que faltan para pirarme de casita para vivir -serguro- una de las experiencias más importantes de mi vida, o por lo menos esas son las espectativas que desde aquí tengo del viaje en el que me embarco.

Ya llevamos algo de atrás, como son los 3 fines de semana que hemos pasado todo el grupo. Uno en Baños de Montemayor, otro en Valencia de Alcántara y otro en Jerte, mira por donde, a parte de cruzar el charco, también he conocido otros rincones muy bonitos de Extremadura. En estos fines de semana hemos diseñado el proyecto o producto que nos queremos traer de allí. Yo, como ya sabés la mayoría, todavía no tengo nada claro y me voy con una idea muy chula pero que le faltan bastantes detalles, sólo os adelanto que está relacionado con los VALORES, pero ya os iré contando.

Ilusión no me falta, deciros que voy con muchas ganas y deseando vivir todo lo que nos depare Nicaragua, llevo un par de meses cuidandome mucho los ojos para tenerlos bien abiertos y poder captar hasta el mínimo detalle;), varias semanas limpiándome los oidos para poder escuchar todos los sonidos raros -y por qué no, mágicos- que me esperan, llevo hasta la última papila gustativa de mi lengua abierta a más no poder para saborerar todo, mi nariz está bien limpia con los pañuelos que me manda la madre y mi piel está preparada para sentir hasta el mínimo roce. Por lo que croe que, por lo menos, voy predispuesto a vivirlo todo al máximo, aunque no digo que esté preparado para vivir ciertas cosas -malas- que también habrá. Pero de todo se aprende.

(se que podría poner una foto maravillosa para que quedara bonita, pero viendo las horas que son y lo topo que soy, mejor lo dejamos aquí;)

Un abrazo

sábado, 23 de enero de 2010

FIN DE SEMANA en BAÑOS DE MONTEMAYOR



Poniendo caras a esas 16 personas que hasta ahora sólo conocía su mail. Nervios y tranquilidad a la vez, dinámicas, juegos y aprendiendo en estos primeros momentos antes del deseado -y ansiado- viaje a NICARAGUA.